Hoy te decimos adiós, pero nunca te olvidaremos. Fuiste mucho más que un perrito, fuiste un amigo leal, un compañero de aventuras y una fuente constante de amor y alegría. En cada paso, en cada mirada, nos diste todo lo que tenías, y por eso te estaremos eternamente agradecidos.

Nos duele verte partir, pero sabemos que ahora estás descansando en paz, corriendo libre y feliz. Siempre tendrás un lugar especial en nuestros corazones, y aunque no te podamos ver, sentirás nuestro amor por siempre.

Te extrañaremos mucho, Bruno, pero tu recuerdo vivirá en nosotros para siempre. Gracias por todo el amor que nos diste.

Con todo nuestro cariño,
Tu familia.